Bob Nabholz era una fuerza innovadora en el sector de la construcción. Adoptó instintivamente nuevas ideas en las obras que añadían valor para sus clientes, sus compañeros de equipo y sus socios comerciales. Se anticipó a las oportunidades del mercado y creó diversas líneas de servicios empresariales. Su innovador programa de aprendizaje de carpintería obtuvo el reconocimiento del Departamento de Trabajo de Estados Unidos. Invirtió en tecnología IBM para agilizar las nóminas y los presupuestos. Y antes incluso de que la OSHA hubiera establecido las primeras normas de seguridad en la construcción, Bob contrató a un director de seguridad a tiempo completo en Nabholz.
Hoy en día, la innovación es uno de nuestros principios rectores. Contamos con un programa de subvenciones para Investigación y Desarrollo (I+D) y con equipos SWAT internos que investigan y ponen a prueba nuevas tecnologías de construcción. También tenemos una serie continua de retos de crowdsourcing que permiten a cada empleado contribuir con su experiencia, habilidades e ideas para impulsar la mejora continua.
Aunque la tecnología suele ser la protagonista de las conversaciones, aplicamos el proceso de innovación de forma mucho más amplia. Celebramos a los topógrafos que utilizan drones para recopilar datos de la obra, pero también reconocemos a los carpinteros que crean prototipos de nuevas herramientas manuales. Honramos a los equipos de proyecto que prefabrican secciones de parapeto y tuberías verticales. Elogiamos a los ebanistas, artesanos industriales y operadores de equipos que aplican nuevas soluciones que mejoran la seguridad, la calidad y la productividad.
La innovación nos hace mejores. La innovación ofrece oportunidades de progreso. La innovación es una inversión en nuestro futuro.